Es cierto que los felinos suelen ser reacios a mojarse, pero con el paso del tiempo se pueden acostumbrar a los baños, teniendo en cuenta que aunque sean pulcros hay zonas a las que es imposible que lleguen. Por eso muchas personas se pueden llegar a plantear cuál es el motivo de que los gatos le tengan miedo al agua y si es una tendencia que sucede con todos ellos. ¡No dudes en seguir leyendo para descubrirlo!
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Su origen es africano
Existen diversas teorías de conspiración gatuna respecto al agua, teniendo en cuenta que la más destacada es la que está ligada con el origen como especie.
Todos los gatos domesticados descienden del gato salvaje africano que se encuentra en el norte de África y Oriente Medio, lo que nos lleva a saber que el acceso al agua no era tan fácil ni tan constante. Más adelante, gracias a la evolución y la migración, estos animales fueron experimentando la vida en otros sitios del planeta donde encontrar agua era mucho más habitual. Esto nos lleva a deducir que algunas razas tienen en sus genes tendencia a alejarse del agua mientras que otras hacen todo lo contrario.
Sensación de estar atrapado
Estos felinos aunque hayan sido domesticados no dejan de ser animales salvajes en potencia, por lo que les gusta vivir en libertad sin tener la sensación de sentirse atrapados. Con esto quiero decir que si los gatos están mojados, el pelaje pesa mucho más y eso les lleva a no tener tanta movilidad y agilidad.
Falta de bienestar y calma
A muchos gatos lo que no les llama la atención es sumergirlos en el agua de manera inesperada, más bien prefieren tomarse las cosas con tranquilidad, a su ritmo.
Generalmente son animales de costumbres, por eso lo ideal es que desde pequeñitos se les eduque correctamente, siendo la rutina del baño parte de ello, de lo contrario podría ser una experiencia desagradable y ligarían el agua con algo desagradable.
Sistema respiratorio delicado
Por último, otro de los motivos por los que los gatos le tienen miedo al agua es que el sistema respiratorio que poseen es muy delicado y huir del agua es una forma de protegerse de ahogamientos, gripes, resfriados y otras enfermedades respiratorias. Estos felinos son animales muy inteligentes y eso hace que el cuerpo actúe igual que el humano, es decir, se defiende de aquello que puede causar daño.